1 jul 2009

PAPELES DISPERSOS de Miguelanxo Prado

Recientemente he adquirido el magnífico libro "PAPELES DISPERSOS" de Miguelanxo Prado publicado por NORMA editorial y el cual por supuesto te recomiendo. Voy a reflejar aquí con su permiso y el de la editorial la introducción a este libro que me ha parecido de lo más acertada y seguro que compartida por todos los que amamos esta actividad, hobby, arte o como quieras llamarlo.
Transcribo textualmente y dice así:

"...En todo este tiempo no he dejado de admirar el trabajo de mis compañeros y compañeras, de todos aquellos que, con la herramienta que sea, consiguen hacer aparecer en una hoja de papel, en una tela, en un muro o en una pantalla de ordenador un pedazo de universo, real o imaginario.
Me sigue fascinando-cada vez con mayor intensidad, en realidad-ver dibujar a los demás. Observar cómo cada cual escoge su postura preferida, fijarme en las distintas formas de sujetar el lápiz o el rotulador, descubrir los tics y los gestos involuntarios que todos tenemos, la posición en la que se sitúa la hoja de papel... Ser consciente del instante suspendido, inmóvil en el tiempo, cuando todo es aún posible, como ese segundo eterno en que el músico, en el silencio más absoluto, está a punto de hacer sonar la primera nota...Y, entonces, la alquimia de la transformación maravillosa de las fibras de celulosa y algodón y del grafito o la tinta en algo único e irrepetible. A veces el resultado final no llega a donde creímos que podría llegar, a veces colma las previsiones y confirma las expectativas. Y a veces nos golpea con la contundencia del eclipse total o la lluvia de cometas. El milagro. Lo que queda sobre el papel tiene entonces una cualidad que no es la perfección técnica, ni la frescura, ni la gracia... Es indefinible, simplemente emocionante. Cuando tengo el privilegio de asistir a uno de estos momentos me dan ganas de abrazar a la persona que lo ha hecho posible, de agradecerle de modo indisimulado mi gratitud por haberme regalado la posibilidad de ser testigo. Lo asombroso del asunto, además, es que él o ella estarán, seguramente tan sorprendidos como los demás, pues quien diga que a priori, controla totalmente el proceso y sabe cuál será el resultado sobre el papel, miente.
La obra acabada, trabajada, pulida, puede llegar a resultados tan o más brillantes que esto que estoy contando. Puede alcanzar grados de contundecia, de eficacia o de sutileza mucho mayores, es cierto, pero, por su propio procedimiento de construcción, pierde casi siempre ese toque imprevisible del dibujo de primera mano. Podrá ganar en exactitud, en limpieza, en perfección... pero raramente ganará en alma, por llamarle alma a esa cualidad que ya he dicho que no sé definir ni nombrar. Ese brillo especial aparece más fácilmente en bocetos, en dibujos rápidos, en una dedicatoria apresurada, en un estudio modesto y sin pretensiones. Es frustrante comprobar cómo, con tanta frecuencia, somos incapaces de obtener el mismo resultado cuando lo "pasamos a tinta", o intentamos rehacerlo en un papel mejor, o más grande....
Sé que esta atracción por el dibujo sin red es compartida por mucha gente."

Y dice más, pero hasta aquí es estupenda la introducción, ¿no os parece?

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